Los niños y adolescentes que pasan tiempo con sus abuelos tienen menos problemas de conducta. Así lo demostró un estudio reciente de niños ingleses y galeses de entre 11 y 16 años.
Los investigadores encontraron que un niño que ve a su abuelo más como un confidente y una fuente de consuelo son menos hiperactivos y tienden a llevarse bien con sus compañeros.
Este efecto fue más fuerte en los adolescentes de familias monoparentales y reconstituidas. El estudio también encontró que los niños son más cercanos con sus abuelas maternas.
Fuente: Revista Body+Soul