La osteoporosis afecta a una de cada cinco mujeres de más de 45 años y a cuatro de cada diez que son mayores de 75.

La osteoporosis afecta a una de cada cinco mujeres de más de 45 años y a cuatro de cada diez que son mayores de 75.


La osteoporosis es el termino empleado para designar una disminución o alteración del metabolismo óseo y que afecta la densidad y calidad del hueso, haciendo que ésta sea susceptible a las fracturas. Es considerada la principal causa de fisuras óseas en mujeres después de la menopausia y personas mayores en general.

Esta enfermedad no tiene un comienzo bien definido y el primer signo visible son las fracturas de cadera, muñeca o de los cuerpos vertebrales que originaban dolor o deformidad.
Para explicar por qué y cómo aparece la osteoporosis debemos saber antes que en la vida de los huesos tienen lugar dos procesos fundamentales: la formación y la destrucción(resorción). Durante el crecimiento predomina la formación y cuando éste cesa, ambos procesos alcanzan el equilibrio. Si por cualquier motivo la destrucción de hueso supera a la formación aparece la osteoporosis.
Ya a partir de los 35 años se inicia la pérdida de pequeñas cantidades de hueso y múltiples enfermedades o hábitos de vida pueden incrementar la pérdida de hueso ocasionando Osteoporosis a una edad más precoz.
Está comprobado que la menopausia es la principal causa de osteoporosis en las mujeres, debido a la disminución de los niveles de estrógenos. La pérdida de esta hormona por la menopausia fisiológica o por la extirpación quirúrgica de los ovarios, ocasiona una rápida pérdida de hueso, que conduce fácilmente a fracturas (principalmente de muñeca, columna y  cadera).
Una mayor probabilidad de desarrollar osteoporosis se relaciona con:
– Menopausia precoz, natural o quirúrgica
– Consumo del alcohol o cafeína
– Tabaquismo
– Períodos de amenorrea (falta de regla)
– Algunos medicamentos de uso prolongado como córticoesteroides.
– Procesos como enfermedad tiroidea, artritis reumatoide y problemas que bloquean la absorción intestinal de cálcio.
– Dieta pobre en calcio por períodos prolongados, especialmente durante la adolescencia y la juventud.
– Vida sedentaria (FALTA DE EJERCICIO)
 
Síntomas
La gran actividad de los osteoclastos provoca una importante pérdida de hueso entre los primeros cinco a ocho años tras la pérdida del periodo. La osteoporosis tiene fama de ser una enfermedad silente porque durante las primeras etapas no existe ningún síntoma de manera que pasa desapercibida para las mujeres que la sufren.
Pero cuando los huesos ya están muy debilitados aparecen algunos indicios como dolor de espalda, pérdida de altura acompañada de una postura cada vez más encorvada y aparición de fracturas vertebrales, de muñeca o cadera.
Diagnóstico
Se puede medir la masa ósea, y por tanto su disminución en el adulto, con técnicas de densitometría o de tomografía computarizada cuantitativa.
Tratamiento
El mejor tratamiento de la osteoporosis es la prevención. La ingesta adecuada de calcio y el ejercicio físico durante la adolescencia y la juventud, incrementará la cantidad  de masa ósea, lo cual redunda en una reducción de la pérdida de hueso y en un menor riesgo de fractura en años posteriores.
Consumir suficiente calcio durante las primeras etapas adultas ayuda a crear huesos fuertes. En las mujeres la masa ósea es un 30% menos que la de los hombres. Los Institutos Nacionales de Salud recomiendan 800 a 1500 miligramos de calcio por día, dependiendo de la edad, y de si está embarazada o dando pecho.
Los productos lácteos son los más altos en calcio. El mineral también se encuentra en salmón enlatado, soja y algunas verduras, como el brócoli, las espinacas y lechugas. Una taza de leche descremada por ejemplo contiene 300 miligramos de calcio, una taza de yogur natural descremado contiene 415 miligramos.
El consumo adecuado de calcio y de vitaminas durante la madurez es esencial para la salud del hueso.  En situaciones de menopausia precoz, las mujeres deben tomar estrógenos para prevenir la pérdida post-menopáusica de hueso; además de añadir un progestágeno si el útero está intacto.
Los Bifosfonatos (Alendronato o Etidronato) y la Calcitonina, son medicamentos efectivos para prevenir la pérdida ósea. El caminar y los ejercicios de extensión de la columna pueden estabilizar o incluso incrementar ligeramente la masa ósea y mejorar el balance y la fuerza muscular, previniendo caídas y fracturas.
 
Fuente: www.envejecimientoactivo.cl