En 1897, el escritor Bram Stoker publicaba su novela Drácula, Bayer producía por primera vez la aspirina, Guglielmo Marconi patentaba la radio y Thomas Edison registraba el quinetoscopio, precursor del cine. Aquel mismo año nacieron el escritor estadounidense William Faulkner, el ministro nazi Joseph Goebbels y el director de cine Frank Capra. Todos estos hechos y personajes pasaron a la historia hace mucho tiempo, pero en 1897 también nació el japonés Jiroemon Kimura. Y sigue vivo.
Tras la muerte el 23 de mayo de James Sisnett, nacido en Barbados en 1900, Kimura, un antiguo cartero, se ha convertido en el único hombre conocido que nació en el siglo XIX y permanece con vida, según el registro del Grupo de Investigación en Gerontología de EEUU. Tiene 116 años. Su secreto, según ha declarado Kimura a la prensa local, es el hara hachi bu, una tradición confuciana que consiste en algo así como comer sólo hasta que estás lleno al 80%. Pero, por desgracia para los que son más jóvenes que Kimura, es decir el resto de la humanidad, no todo es tan sencillo.
Kimura es el ser humano más viejo del planeta y una excepción en la cumbre de los supercentenarios, los individuos con 110 años o más. Las otras 20 personas nacidas en el siglo XIX que siguen vivas son mujeres. “Sólo conocemos tres ventajas para llegar a ser supercentenario: ser mujer, vivir en un país desarrollado y haber nacido en esta época contemporánea, no en el siglo XVII, por ejemplo”, resume el alemán Heiner Maier, demógrafo del Instituto Max Planck y coautor de la monografía científica Supercentenarios. Kimura, evidentemente, no tiene una de las tres ventajas o lo disimula muy bien.
 
Fuente: MATERIA / MANUEL ANSEDE / www.soychile.cl