Un estudio realizado conjuntamente por la Universidad Europea y la Universidad de Zaragoza, en España, revela que la longevidad extrema en humanos puede estar determinada genéticamente. Según ha mostrado este trabajo de investigación, un polimorfismo de la molécula Miostatina (que afecta al crecimiento muscular) es el responsable de la posible llegada a una edad centenaria.
El estudio llevado a cabo por el Centro de Excelencia de Investigación en Salud y Ciencias de la Vida de la Universidad Europea y la Dra. Nuria Garatachea, de la Universidad de Zaragoza, ha calculado la frecuencia del polimorfismo de la Miostatina K153R en un grupo de centenarios españoles (100-111 años) y se ha comparado con un grupo control formado por personas jóvenes (menos de 50 años, sin ningún tipo de enfermedades cardiovasculares y sin antecedentes familiares de longevidad) con el objetivo de establecer si estos polimorfismos se repiten en las personas centenarias. El mismo análisis se ha llevado a cabo entre un grupo de centenarios italianos con su correspondiente grupo control de jóvenes sin antecedentes de enfermedades cardiovasculares. En total 172 centenarios españoles y 79 italianos frente a 387 y 316 grupos control en España e Italia.
La Miostatina es una molécula (péptido) secretada por el músculo esquelético que afecta al crecimiento muscular. En investigaciones anteriores la inhibición de esta molécula a través del uso de agentes farmacológicos se ha relacionado con efectos beneficiosos en el crecimiento y la fuerza muscular. Ahora surge la necesidad de realizar una investigación del funcionamiento de esta molécula en personas centenarias con el objetivo de analizar en qué grado afecta a la extrema longevidad que pueda tener o no un ser humano.
En este sentido, la frecuencia de este polimorfismo ha sido estadísticamente mayor en la población centenaria en comparación con el grupo de control (7,1% frente a 2,7% respectivamente para el estudio realizado en España y 7,6% frente a 3% para el estudio realizado en Italia). Esto nos lleva a determinar que si bien el estilo de vida y el factor ambiental tienen un efecto fundamental en lo que es el patrón de envejecimiento, el polimorfismo de la Miostatina puede desempeñar un papel clave en la excepcional longevidad humana.
Los resultados extraídos de esta investigación han puesto de manifiesto el gran poder de la genética en la determinación de nuestras vidas y sienta las bases de un gran desarrollo científico en lo que a genética se refiere.
FUENTE: Universidad Europea citada por NCYT (noticiasdelaciencia.com)