foto adultos mayores felicesDentro de la amplia gama de experiencias que nos toca vivir en nuestro día a día, es muy importante la actitud que tengamos frente a cada una de ellas. Así, por ejemplo, frente a una misma situación embarazosa o desagradable, cada persona tiene distintas maneras de reaccionar frente a ella, siendo muchas veces, diametralmente opuestas.
Muchas veces, tendemos a caer fácilmente en una postura de fragilidad y victimización, sufriendo con ello, por todos aquellos aspectos o detalles de nuestra personalidad o aspecto físico que no nos gustan del todo y permanentemente juzgamos, y que, pese a que tenemos el deseo de cambiar, no nos es posible concretar en ese momento.
Lo cierto es que más que esforzarnos por cambiar nuestra circunstancia actual, se trata de cambiar el foco y dirigirnos hacia la percepción que tengamos frente a ella. Si somos honestos y nos atrevemos a observar hacia adentro con un poco más de objetividad, existen muchos momentos en los cuales tenemos, con plena certeza, la opción de ser más ligeros.
3 características  ilustran la importancia de mantener el sentido del humor en nuestro cotidiano:
-Reírnos es saludable: La sonrisa y la risa desencadenan en nuestro organismo la liberación de una serie de factores químicos que son de enorme beneficio para la liberación del estrés y, con ello, lograr un estado de mayor relajación a nivel físico y mental.
-Aprender a reírnos de nosotros mismos: Éste es un punto clave en nuestro proceso de crecimiento. Si lográramos reírnos de nuestros defectos y no verlos como el último drama del mundo, sino sublimarlos a través del humor y expresarlo hacia los demás, lo que resulta de ello es una liberación emocional muy potente: Nos sentimos más livianos, alegres y eso nos lleva a querernos más y a abrazar todos aquellos aspectos que, en el fondo, nos definen y son perfectos dentro de la imperfección que podemos ver en ese momento.
-Las verdaderas prioridades: Viendo las cosas con mayor perspectiva, podemos descubrir que, en la vida, es necesario ser flexibles y quitarnos el rol de la extrema seriedad. Nada es tan serio ni tan rígido y, al final, tenemos que comprender el hecho que hay ciertas prioridades a las cuales prestar real atención y no perder el tiempo fijándonos en tal o cual detalle de nosotros, o en aquello que no debimos haber dicho, o si tuvimos que comprar nuestra ropa de una talla más grande que la habitual, entre tantas otras situaciones que se hacen muy pequeñas frente otras que son mucho más importantes.
Si bien es cierto, soltarnos y tener más sentido del humor es un proceso, lo central es darnos cuenta de su tremendo valor e ir haciendo gentiles esfuerzos para ir hacia ello. Darnos cuenta que la vida es muy corta como para pasárnosla juzgándonos y que lo realmente importante es brindarnos amor y respeto a nosotros mismos, es, sin duda el camino y la meta de una vida mucho más fortalecida, vibrante y provechosa.
Fuente: Instituto del envejecimiento.