Asistentes al Curso: Resolución de Conflictos. Junio-Julio 2013.

Asistentes al Curso: Resolución de Conflictos. Junio-Julio 2013.


Los conflictos forman parte natural de la vida humana, aunque muchas veces cueste aceptar esta situación como normal o natural.
El ser humano es un ser de relaciones en las que existen diferencias, porque somos personas distintas que vivimos en sociedad, sobre la base de determinados consensos o acuerdos mínimos.
El conflicto se entiende o percibe, mayormente, como algo potencialmente muy perjudicial y, por lo tanto, debe detenerse con rapidez.
Hay personas que procuran evitar situaciones conflictivas y otras que procuran huir de ciertos tipos de conflicto. Tales personas intentan reprimir reacciones emocionales, buscando otros caminos o incluso abandonando enteramente la situación. Esto ocurre porque las personas no saben enfrentar satisfactoriamente situaciones de conflicto y no poseen habilidades ni herramientas para negociar satisfactoriamente.
La habilidad para resolver con éxito los conflictos es, probablemente, una de las más importantes con las que cuenta una persona desde el punto de vista social.  Y, aunque se trata de una habilidad que puede ser enseñada y aprendida, existen pocas oportunidades y espacios para ello.
Los conflictos requieren ser manejados por las personas involucradas. Los conflictos no deben manejar a las personas. Para tal efecto, se hace uso de una serie de habilidades y sub habilidades que ya han sido asimiladas tanto a nivel cognitivo como a nivel del comportamiento.
En este contexto, Fundación Amanoz llevó a cabo, entre el 04 de Junio  y el 09 de Julio pasados, el Curso Manejo y Resolución de Conflictos, con el objetivo de lograr que los asistentes reconocieran los conflictos como situaciones cotidianas que requieren de un aprendizaje, para manejarlos en beneficio de una mejor convivencia.
El curso se realizó con la metodología y estructura de un taller dinámico e interactivo, a cargo de Orientadoras en Relaciones Humanas y Familias, de la Fundación.
Fuente: Fundación Amanoz.